Día 21: Munich y tren a Venecia

Me levanto sobre las 9, compro el desayuno en un hiper cercano al albergue y me voy a hacer el free tour por la ciudad. La guía es una chica de Huelva, y aunque ella lo hace muy bien, después de hacer este mismo tour en Berlin, Praga o Amsterdam, la verdad que este me resulta menos interesante, te explican un poco la historia de la ciudad a la vez que vas visitando los lugares más emblemáticos del centro.
Tras terminar el tour, mi siguiente visita será al Allianz Arena, el estadio del Bayern Munich, que desafortunadamente no puedo ver por dentro, ya que esta misma tarde jugaba el Barsa contra el Bayern un amistoso. El estadio es impresionante desde fuera, me ha impresionado muchísimo, y ya he visto unos cuantos...

Estadio Allianz Arena
Me vuelvo al centro donde aprovecho para comer, hoy ha tocado una carne metida en un bollo de pan, similar al lomo adobado, está buena. Hay mucho ambiente de futbol en la ciudad, están los aficionados por las calles con sus camisetas. Yo aprovecho para comprar un banderín del Munich 1860, el otro equipo de la ciudad, del Bayern ya lo tenía.
Alrededor de las 16'30 me vuelvo al hostel y la vez que aprovecho para descansar un poco me conecto a Internet. No quiero irme de esta ciudad sin visitar la zona olímpica, donde también está el estadio olímpico, hasta hace pocos años sede del Bayern (soy muy futbolero). Este si que puedo verlo por dentro, es un estadio que en su época fue novedoso por las cubiertas que tiene. La verdad es que me encanta, probablemente también porque es un estadio que desde pequeñito lo he visto en la tele. Por cierto, el cesped estaba cubierto por una pista para prueba de coches.

Estadio Olimpico de Munich
Me vuelvo al hostel, que está a apenas 1 minuto de la estación central, cojo la mochila y me voy al tren, donde pasaré toda la noche, esperando llegar a la que será mi última parada en esta inolvidable aventura.
Eso sí, antes del viaje aprovecho para comerme una buena porción de pizza.

Día 20: Munich (Fussem)

Me levanto a las 8, y tras comprar algo para desayunar en el super, voy a la estación de tren que es el punto de partida para estas visitas guiadas.
Hay una docena de españoles para este tour que sale por unos 20 euros. Cogemos el tren rumbo a Fussem, y tras hacer un transbordo, sobre las 12 llegamos a la zona de los castillos. La guía, que es madrileña, nos explica un poco la historia de los castillos, hay 2, aunque nosotros solo visitaremos el más famoso. Quien desee entrar en el castillo debe pagarlo aparte, yo decido entrar, junto a unos chicos de Valladolid y Madrid. El resto del grupo, solo ha venido hasta aquí para hacer fotos, y al poco tiempo se van en otro tren que sale antes.

Castillo de  Neuschwanstein

Entrada al castillo

Patio interior del castillo
Lamentablemente no se pueden hacer fotos del interior del castillo, pero os puedo asegurar que merece la pena entrar, eso sí, como podéis apreciar en la primera foto, nada es comparable con la belleza del exterior y de los paisajes que se pueden contemplar desde los alrededores, especialemente desde un desfiladero que existe frente al castillo.

Desfiladero, desde donde se puede observar el castillo

Paisajes desde el Castillo
Como se puede observar en esta última foto, existe otro castillo, pero ese no se visita, al menos con este grupo.
Para almorzar nos pedimos una salchicha en unos bares que hay bajo el castillo. Hago buena amistad con los  otros chavales, nos contamos las experiencias del viaje, ellos también están de interrail y curiosamente con un itinerario muy similar al mio, aunque ya esta noche se van para Paris, su último destino.
La vuelta en tren se alarga un poco más por un pequeño problema, pero al final llegamos con poco retraso. Ha sido una excursión formidable, el lugar es precioso, tengo que volver algún día, a ser posible en invierno, para verlo todo nevado.
Ya en Munich, doy una vuelta por MarienPlatz y me pido para cenar, un kebab con patatas fritas. Me conecto a internet en un ciber cercano al hostel y a descansar, que estoy destrazado. aunque antes charlo un rato de fútbol con mis compañeros ingleses de la habitación.

Día 19: Salzburgo y Munich

Amanece lloviendo y hace frio, en pleno mes de julio...El desayuno hay que pagarlo en el hostel, pero merece la pena, así hago una comida fuerte y luego almorzaré menos.
Empiezo el día visitando la casa donde residió Mozart, y luego completo la ruta del famoso músico visitando la casa donde nació. Aquí todo está relacionado con Mozart, y no es que yo sea un fanático de este personaje, pero con el día tan desapacible que hace lo más recomendable es estar bien cobijado jeje...
Son interesantes, pero repito, para alguien que no sea un gran seguidor de Mozart, visitar las 2 casas puede resultar un poco cansado, tienen algunos instrumentos de él, composiciones, imágenes...

La casa donde nació Mozart

La Casa donde vivió Mozart

Luego, decido "tirarme" a la calle a pesar de la climatología, me pongo un chubasquero que me está salvando la vida en este viaje jeje, y decido subir a la Fortaleza. Es un paseo considerable desde el centro de la ciudad hasta subir al castillo, pero las vistas que se aprecian desde lo más alto merecen la pena, eso y poco más, porque el contenido interior me ha dejado mucho que desear.

La fortaleza, desde abajo

Salzburgo, visto desde la Fortaleza

Llega la hora de almorzar, y en la calle principal que está repleta de tiendas y restaurantes, decido comer pizza y luego voy  a un restaurante que viene a ser un mc donalds pero de productos del mar, así que me pido una hamburguesa de pescado que está bastante rica.

La calle más centrica
La verdad es que el día está feísimo, y es una lástima porque da gusto pasear por la ciudad, es muy bonita, así que antes de irme rumbo a Munich, doy un paseo junto al río donde hay un pequeño mercadillo y además aprovecho para comprar algunos regalos, especialmente unos bombones de Mozart jeje, y sobre las 5 de la tarde cojo el tren para la capital de Baviera. me voy antes de lo previsto, pero repito, el día no invita a estar en la calle.
El tren es muy bueno, y en apenas hora y media estoy de nuevo en tierras alemanas. El hostel es muy bueno y está en una calle repleta de hostels, frente a la estación de tren, además, hay muchísimos lugares para comer en esa zona. Pero lo mejor es que por sorpresa para mí, el centro de la ciudad está a apenas 10 minutos andando, así que no lo dudo y antes de cenar quiero hacer una primera toma de contacto con Munich jeje.

MarienPlatz, Munich

El centro muniqués está repleto de tiendas, y la verdad es que la primera impresión ha sido muy buena, es una ciudad que sabe mezclar lo clásico y lo moderno, me gusta.
Vuelvo a la zona del hostel y para comer, CurryWurst, que ya tenía ganas de probarla, y está muy rica. Y nada a descansar, que mañana me espera un día duro, quiero visitar los castillo del rey loco, a una hora de aquí, y lo haré con una visita guiada en español, vale dinero pero merecerá la pena, además seguramente coincidiré con más españoles.

Día 18: Viena, Hallsttat, Salzburgo

Despierto a las 8 de la mañana, desayuno y salgo rápido para la estación de tren, a las 9'44 cojo un tren destino a Hallsttat, que es un pequeño pueblo precioso, aunque tengo que hacer un transbordo de tren y luego coger un bus para por fin, a las 13'25 h. llegar a este bello lugar. Por desgracia el tiempo no acompaña, y para colmo voy cargado con la mochila durante todo el día, no he conseguido ver ninguna consigna. En 30 minutos recorro todo el pueblo, que como decía es pequeñito, justo al lado de un lago y rodeado de montañas, es un paisaje idílico. Es la hora de almorzar, me siento en una terraza y como por 7 euros. Luego voy hacia un lugar donde se puede coger un funicular y te deja en las minas de sal, en la montaña, pero el tiempo es muy desapacible, estoy cansado de llevar la mochila a cuestas y decido no subir, de todas formas ya ví las minas de sal de Cracovia. Sin duda, lo mejor de este pueblo es caminar por el, disfrutar del paisaje.

Hallsttat

Desde la otra punta del pueblo

Plaza principal

Funicular a las minas de sal
Apenas estoy 2 horas en el pueblo, pero me apetece irme, no es el mejor día para andar por ahí, hace frío y llueve, y aún me queda un largo viaje hasta Salzburgo donde tengo reservada la habitación para esta noche.
Tengo que hacer el recorrido a la inversa, es decir coger un bus y luego un tren que me deja en la estación donde me bajé cuando venía de Viena, pero la verdad no recuerdo el nombre. Al final llego a Salzburgo a las 18'50 h, también llueve y hace un mal día, así que llego al hostel, que está muy bien por cierto, me doy un rápido paseo por la ciudad, que parece encantadora, y poco después como en un turco una pizza que me sabe a gloria. Vuelvo al hostel, donde me conecto un rato a internet con el móvil y a descansar, que mañana tengo otro día fuerte, intentaré ver lo máximo posible en Salzburgo y luego cogeré un tren hacia Munich, que está muy cerquita de aquí.

Día 17: Viena

He dormido poco en el nuevo hostel de Viena, amanece demasiado temprano y el sol me molesta...Eso sí, el desayuno buffet está de lujo.
Turísticamente, comienzo el día en la Biblioteca Nacional que es impresionante, es la típica biblioteca que sale en las películas antiguas, con librerías que llegan hasta el cielo y con ese olor tan peculiar de las bibliotecas, es una parada muy recomendable por un módico precio.

Librería (Biblioteca Nacional)

Interiores (Biblioteca Nacional)

Biblioteca Nacional
Luego continuo hacía el Parlamento, donde un guía chileno nos explica extraordinariamente los entresijos de este lugar y su historia, desgraciadamente muy relacionada con la Guerra Mundial y las bombas...

Pasillo interior del Parlamento

El congreso austriaco

Exteriores del Parlamento
Es la hora de almorzar y llueve muchísimo, así que no me complico la vida y vuelvo al kiosko de salchichas donde comí ayer. Luego vuelvo al hostel para coger el chubasquero, el cual nunca pensé que me sería tan útil (a los viajeros principiantes le recomiendo que siempre lleven uno, y que te cubra casi todo el cuerpo) y desde allí parto en metro hacia el Palacio Shönbrum, que está bastante alejado del centro. Este es otro Palacio de Sisí, aunque lo que más me gusta sin duda son los jardines que tiene.

Fachada del Palacio

Detrás del Palacio, los jardines

Fachada Trasera

Desde la colina trasera, la ciudad a tus pies
Hace un día donde la lluvia está siendo la protagonista, aunque tras visitar el palacio remite, así que decido aprovechar mi última tarde en Viena y me dirijo al parque de atracciones situado en el Prater. Si fuera un niño, esto sería un pequeño paraiso, no es Dineyland, pero se respira ese olor añejo de las ferias, su acceso es gratuito y solo hay que pagar las atracciones donde te montes, está todo repleto de kioskos con golosinas, lugares para comer, es un sitio extraordinario, de visita obligada, me ha encantado. Y además está famosa la noria, que aunque no me subo en ella, solo verla es un placer.

la famosa noria

Entrada al parque de atracciones

La noria
Después de este intenso día, vuelvo al hostel, me afeito y me ducho y para cenar me pido un kebab en uno de los muchísimos kioskos de comida que existen en las entradas de las estaciones de metro. Luego entro en un ciber para imprimir la tarjeta de embarque (ya solo me queda una semana...) y justo antes de dormirme tengo una entretenido charla con un chaval belga, compañero en la habitación acerca de la economía, la crisis, un poco de actualidad, todo en ingles claro, quien me ha visto y quien me ve jejeje....aunque para personaje el australiano que duerme bajo mi litera, un tio con 40 años por lo menos, que está recorriendo Europa y es un crack!!!






Día 16: Viena

Me levanto sobre las 9 de la mañana, he dormido de lujo esta noche. Como el desayuno vale dinero en el hostel, me acerco al super que hay al lado y compro algo para desayunar, me despido de las holandesas y rumbo al centro de la ciudad, primero a buscar el albergue de esta noche y de mañana, y luego a hacer turismo.
Me ha costado encontrarlo pero ha merecido la pena, tiene muy buena pinta este hostel, céntrico y con la garantía se pertenecer a la red de albergues internacionales.
Luego voy hacia Stephenplatz, centro de la ciudad. Veo la impresionante catedral desde fuera, pero no quiero subir, ya llené el cupo en ese aspecto jeje, así que me decanto por visitar la Ópera de Viena, esto si ques es impresionante, espectacular, además con guia española que facilita conocer su historia, muy recomendable, por cierto, aquí no se celebra el famoso concierto de año nuevo, es en un lugar cercano pero no aquí.


Ópera de Viena
Entre unas cosas y otras se me ha hecho tarde, así que para comer me compro un hot-dog en uno de los muchos quioscos que hay por el centro para comer y me dirigo al Palacio de Hofburg y los departamentos de Sisi....después de tanto escuchar ese nombre que solo conocia por la pelicula que suelen poner un domingo por la tarde conozco algo más de esta mujer. Posteriomente, con el mismo ticket aprovecho para entrar a la coleccion de muebles que aparecen en las peliculas de Sisi (aquí todo tiene relación con esta mujer jeje), por cierto, de vez en cuando caen unos buenos chaparrones, menos mal que llevo mi chubasquero para protegerme...

Colección de objetos en el Palacio Hofburg
Entrada al Palacio Hofburg


Museo del mueble
Entre museo y museo se me ha ido casi todo el día, pero aún guardo tiempo para uno de los que yo considero "momentos especiales" del viaje, y no es otro que la visita Prater Stadium, el lugar donde la selección española conquistó la Eurocopa en 2008. Me acerco a la entrada y tengo la suerte de que están montando el escenario para el concierto que Bon Jovi ofrecerá mañana, y no dudo en entrar al interior. Me quedo sin palabras, ha sido un momento mágico, he recordado aquella victoria ante Alemania en la final, la tanda de penaltis ante Italia en cuartos o la semifinal ante Rusia, me han venido muchas cosas a la cabeza...No he dudado en bajar al mismo cesped y tocarlo con mis manos, un sueño hecho realidad. Coincido con unos almerienses que vienen haciendo una ruta en coche y van a Budapest, les he explicado un poco como es aquella ciudad, son muy buena gente, nos hacemos fotos e incluso dejamos huella en un pilar que hay en el exterior del estadio donde todos los españoles que vienen hasta aquí dejan su firma. Además, dentro del estadio había una pareja de Madrid, así que no soy el único loco que viene buscado este lugar tan especial jeje...(Por cierto, lo blanco es la cubierta sobre el césped para protegerlo en el concierto)
Exterior del Estadio

Estadio Prater

Estadio Prater

A pie de cesped
Pilar con firmas de los aficionado españoles
Termino el día cenando un box grande de nuddles con pollo (espaguettis) en el mismo lugar del almuerzo, y me vuelvo al hostel donde me conecto un rato a internet, por cierto, comparto habitación con 2 chavales belgas super simpáticos, y con un tío cuarentón neozalandés que es un auténtico personaje, también muy buena gente. Hoy puedo decir que ha sido uno de los mejores días del viaje con diferencia!!!


Día 15: Budapest, Bratislava, Viena

Me levanto sobre las 8, lo preparo todo y me voy del hostel, ni siquiera pruebo el desayuno que ofrecen, la verdad es que no entra por los ojos...Esta noche he dormido poco, los ingleses que dormían en mi habitación han llegado tarde y armando ruido, además, el sol se ha puesto sobre las 4 de la mañana y como aquí persianas hay pocas, la claridad molesta mucho. Compro algo para comer de camino a la estación y cojo el tren a Bratislava, donde he coincidido con dos griegos, mucho mayores que yo, pero que son muy simpáticos, además uno de ellos habla muy bien español porque estudió en Sevilla, hasta tuvo una novia....jajaja.
El tren ha llegado con 2 horas de retraso a la capital de Eslovaquia por alguna avería en la locomotora, es decir llego a más de las 2 de la tarde, está lloviendo y para colmo la estación está lejos del centro, y aunque mi intención era pasar aquí unas horitas viendo lo principal, hoy no me apetece nada, solo tengo ganas de llegar ya a Austria, y es que después de una semana por países menos desarrollados como República Checa, Polonia y Hungría, estar con monedas distintas cada día, echo de menos zonas más desarrolladas. Me duele porque yo he venido a ver sitios, a no perderme nada, pero es hoy no tengo ganas.
Resumiendo, que en lugar de coger el tren de las 5 he cogido el de las 2 y media, me he comprado un bocata en la estación que afortunadamente me han dejado pagar en euros y me subo a un tren que es la leche, está de lujo. A las 4 he llegado a Viena, por fín, pero lo que no sabía era que iba a necesitar casi una hora buscando el hostel, que por cierto es distinto a donde me alojaré los 2 dias siguientes, y es que este día lo tenía sin reserva por si me quedaba en Bratislava, pero bueno, esta opción es más interesante y el hostel es de los mejores, con diferencia de todo el viaje, espectacular, es un hotel, literalmente, y además coincido en la habitación con 2 chicas holandesas que son muy amables, también están de Interrail, van camino de Croacia.
Después de ducharme me doy una vuelta por los alrededores del hostel, una calle comercial con muchas tiendas y restaurantes, lástima que a las 7 está casi todo cerrado...Al final decido comer en un restaurante turco, una pizza, quien me iba a decir que acabaría comiendo en turcos casi a menudo jajaja....
Por la noche me conecto a Internet un rato, coincido con algunos españoles, todos de interrail como yo, aunque normalmente vienen en grupos, y lo que es más sorpredente, en grupos muy numerosos, algo que personalmente me resultaria muy dificil....
Ha sido desde que empezé esta aventura el único día en que no he visto nada, todo el día de viaje.
Esta noche parece que voy a dormir de lujo, las compañeras de habitación ya están dormidas, así da gusto, después de las últimas noches, y el hostel, repito, es impresionante. Por lo demás, empiezo a tener la sensación de que empieza la cuenta atrás, solo 9 días para volver, aunque aún me quedan muchas páginas por escribir.

Día 14: Budapest

Anoche me libré de una buena tormenta, recién llegado al hostel diluvió sobre Budapest y para hoy vuelve a haber previsiones de lluvia, por eso creo que lo más conveniente es pasarme por un balneario famoso de los que hay en esta ciudad, no solo para aprovechar el día sino para darle un descanso a mis pies que los pobres están destrozados, a pesar de que suelo hacer carreras populares e incluso alguna media maratón, después de 14 días sin parar de andar con esta calor han dicho basta jeje.

Sobre las 11 de la mañana ya estoy en los alrededores del Balneario, voy al más famoso de todos y donde estuvieron mis compis franceses el día anterior. De camino, paso por la plaza de los héroes.
Ya en el recinto, pago 12 euros al cambio y tengo acceso gratuito a todo el recinto que incluye una espectacular piscina de agua a 38º en el exterior, multitud de saunas a diversas temperaturas, termas interiores, piscinas con olas, esto es espectacular, ya tenía entendido que era algo fundamental en Budapest cuando vas de turismo, pero hasta que no estás allí no te das cuenta de la maravilla que es, y más, en las condiciones físicas en que he llegado después de tantos días andando. El precio también incluye una taquilla para guardar tus pertenencias, que la abres con una pulsera que te dan al comprar el ticket, e incluye un chip con el que solo tu puedes abrirla, y lo mejor, es acuática, o sea, no hay que quitársela mientras te bañas. 
Y así he pasado el día, de piscina en piscina, y de vez en cuando alguna sauna y su posterior baño en agua muy fría, como mandan los cánones jeje.

Piscina Exterior con agua a 38º

Termas interiores

Fachada exterior del balneario
He almorzado en el propio balneario, un bocata de filetes empanados muy rico, y cuando me he agotado de tanto baño, he ido a la estación de trenes para mirar horarios para mañana hacia Bratislava. De paso me he conectado a Internet en un cibercafé y me he vuelto a comer otro kebab, que me han encantado jeje. Y como estaba previsto, aunque más tarde de la cuenta, se ha liado el tormentazo, aunque por suerte el resto del día ha sido espléndido. Además, noto como el cuerpo ha agradecido este día de relax. No me duermo muy tarde, que mañana tengo que madrugar.


Día 13: Budapest

Llego a las 8'30 de la mañana a Budapest, tras una noche en la que he descansado plácidamente, sin apenas ruidos ni nada que me molestara. Me pongo a buscar el hostel, el cual después de una hora consigo encontrar, y es que tengo un defecto (o virtud) que consiste en salir de la estación y ponerme a andar como un loco, y a veces el hostel lo encuentro enseguida y en otras ocasiones como es el caso de hoy, me las veo negras...
El hostel es patético, tampoco me podía esperar mucho de un sitio que cuesta 12 € la noche, pero lo de hoy es un caso peculiar, digamos que es un piso que entre varios colegas llevan este tema, pero es que las pintas de estos tíos es....no se como describirlos pero ni mucho menos lo que esperas de un establecimiento medio decente. Eso sí, se ven buena gente jeje, aunque todo está sucio y hecho un asco. Hasta las 2 de la tarde no puedo acceder a mi habitación, y me dicen que deje el equipaje allí, pero es que resulta que allí consiste en dejarlo en medio del salón común que tienen, donde se incluye la cocina, la sala de Internet, recepción, y sala de estar, un show nunca visto jeje, pero me inspiran confianza así que les hago caso y tiro allí la mochila (reconozco que con el paso de los días he perdido el miedo a dejar el equipaje en cualquier sitio).

Me voy a conocer la ciudad, y lo primero es buscar el Parlamento, uno de los grandes atractivos turísticos de la capital húngara. Cuando llego veo el fascinante edificio, espectacular y me informo para acceder al interior pero por lo visto y según me cuentan otros españoles, las entradas con guía castellano están agotadas para hoy. Aún así me espero e intento pillar aunque sea en otro idioma, la cuestión es entrar. Al final, no se como, pero consigo entradas con guía castellano, y yo más contento que nada, eso sí, habrá que esperar hasta las 5 de la tarde; mientras me voy a conocer el castillo de Buda.

El Parlamento de Hungría
Cruzo el grandioso "puente de las cadenas", y me surge un conflicto, subir a pie la cuesta hasta el Castillo o coger el funicular típico y caro, y opto por andar. A la mitad del camino me dirijo a una chica para que me haga una foto y cual es mi sorpresa que me habla en español, pero lo mejor es que sabe que soy español porque me ha visto una banderita de España que tengo en los calcetines jeje, increíble. Llego arriba y las vistas son maravillosas. Todo ese entorno es muy bello, declino entrar en las iglesias, prefiero deleitarme con las vistas.

Vista a mitad de camino hacia Buda
En lo alto de la colina "Buda"

Iglesia en Buda

Vista del Parlamento desde Buda
Tras conocer toda esa zona, llega la hora de comer, y recuerdo que el primer día en Bruselas, una pareja húngara que conocí en el hostel, me recomendó comer en el Mercado, así que les hago caso. Tras un largo paseo bajo un sofocante sol, llego al Mercado de Budapest, con una arquitectura preciosa y lo más importante, su contenido, planta baja para puestos de alimentación y planta superior para bares y tiendas de souvenirs. Doy un repaso a la comida que que se ofrece y al final elijo un pollo relleno que al parecer es típico de allí, y lo cierto es que está riquísimo, además a un precio asequible, recuerdo que aquí hay florines y no euros, y esta mañana ya hice el cambio tras repasar los lugares más recomendables.
Exterior del Mercado

Interior del Mercado
Tras almorzar, recorro la calle más comercial de la ciudad, repleta de tiendas y restaurantes, y decido ir al hostel para conocer mi habitación. Lamentable jeje, pero no esperaba más, está llena de botellas de cervezas, con ropa y maletas por medio de otra gente. De paso conozco a unos franceses que también están allí, y ahora van a uno de los famosos balnearios de la ciudad, yo iré mañana.
Ahora me dirijo al Parlamento donde tengo entrada para las 5. Hay muchos españoles, y es altamente recomendable el interior y la historia de este país que no hace tanto, fue uno de los más importantes del mundo.
Interior del Parlamento
Estoy cansado, llevo todo el día sin parar, además hace mucha calor y para colmo el paso de los días se han cebado con mis pies, que están destrozados y me duelen muchísimo, hasta se me ha pasado por la cabeza acudir al medico. Por eso, no quiero volver muy tarde al hostel, así que voy al puente de las cadenas a hacer unas fotos y luego cojo la calle comercial que me lleva hasta el hostel. Por el camino, para comer opto por una comida que hasta hoy nunca había probado, los famosos kebabs, y me ha encantado, está riquísimo. Llego al hostel sobre las 9 de la noche, me ducho, y me conecto un rato a Internet en la sala "multiusos", de paso conozco a los demás compañeros, los de las botellas de cerveza jaja, son de Manchester y hablamos de fútbol como no...Hoy ha sido un día fantástico!!!
Puente de las cadenas