Y DÍA 24: VUELTA A SEVILLA

A las 6 de la mañana estaba en pié, comido literalmente por los mosquitos, pero con ganas de volver a casa, el cansancio es grande, aunque el esfuerzo ha merecido completamente la pena. Desayuno en el aeropuerto, a precio de oro, pero es el último día...
El vuelo bien, con un poco de nostalgia tras todo lo vivido, pensando aún como he sido capaz de conseguirlo, ya que he de reconocer que pasé un momento delicado la noche en Berlín, pero sin embargo, me repuse y me entraron mas ganas que nunca de seguir con la aventura.

En Sevilla me espera mi hermana, sobretodo para que le de los regalitos jejeje. Pero lo mejor del viaje con diferencia, a años luz de todo lo vivido...jejeje ha sido el manjar que me he pegado en un conocido bar del centro de Sevilla. Jamás había disfrutado tanto de nuestras tapas...jamón, salmorejo, pavía de merluza, solomillo al whisky...me ha sabido a gloria jajaja.

De tapas en Sevilla
Ahora me pongo serio, y puedo decir, que acabo de terminar la mayor aventura de mi vida, al menos al día de hoy, y lo que es más importante, lo he hecho en el momento justo que debía hacerlo, y por una decisión propia que aunque al principio tuvo detractores, ahora son los mismos que se alegran tras ver que he conseguido un sueño. Con esto quiero decir que si tienes un sueño, lucha por él, sin que nada ni nadie te impida cumplirlo. Y nada más, que me comenta la familia que estoy muy moreno jejeje, son 24 días de "sol a sol", algún que otro chaparrón por centro Europa, con los pies un poco cansados y con una historia para contar algún día a mis nietos...Y con proyectos "similares" para el futuro...

Por cierto, mil gracias a todos los seguidores de este blog, me encanta que os guste y os entretenga e incluso a más de uno se le pase por la cabeza repetir algo parecido, de hecho si yo he realizado este viaje es porque justo hace un año, leí un blog de otro viajero...

"La vida es corta y el mundo muy grande"

Dedicado a todo aquel que lucha por cumplir un sueño...

DÍA 23: VENECIA

Anoche me dormí enseguida, estaba reventadísimo, el viaje en tren Munich-Venecia fue eterno, apenas pegué un ojo. Esta mañana he despertado con la discusión de una pareja de españoles....
He desayunado a lo grande, he cogido mi vaporetto, un transporte que hoy he disfrutado a lo grande, y desde la plaza de San Marco, he hecho transbordo en otro barco que me ha llevado a Murano, una isla preciosa, con casitas de colores y donde el medio de vida es el cristal, allí se puede comprar cualquier objeto que sea de cristal, pero lo que me he gustado ha sido pasear por sus calles y sus puentes, es una Venecia en miniatura, más limpia, con menos gente y a mi gusto, mas bohemia.

Murano


Luego he vuelto a Venecia, en las que han sido mis últimas horas como "interrailero", he vuelto a pasear, pasear y pasear, que es lo mejor que se puede hacer en Venecia, siempre hay algún rincón por descubrir, algún detalle que observar, alguna estampa con la que sorprenderte.
He vuelto a disfrutar del mercado de Rialto, donde he comida pizza, he vuelto paladear la Plaza de San Marco, a detenerme delante del Puente del Suspiro, y mirar hacia arriba y ver que el Campanile nunca llegaba a su fin.
Reconozco que ayer, posiblemente causa del viajecito en tren, no desfruté de esta ciudad que hoy si, me ha encantado, lástima que en la fecha en la que la he visitado, esté repleta de turistas, turistas de los que parecen robots, detrás de una guía que repite cada día lo mismo...

Campanile

Mercado de Rialto

Vista de Venecia
Son las 6 de la tarde, decido volver al hostel a recoger mi mochila, y ahora sí, esto llega a su fin...cojo un vaporetto que me lleva a la Plaza Roma, donde me espera el bus que me lleva a un camping cercano al aeropuerto en el cual  mañana temprano vuelo de vuelta.
En ese bus converso con una chica australiana que esta recorriendo Europa ella sola, es una valiente, me cuenta que ha visitado España, ha estado en los San Fermines, y que ahora va hacia Praga.
En el camping me alojo en un bungalow que no está mal, pero abundan los mosquitos, y yo soy su víctima preferida...
Como en el restaurante del hotel, pizza otra vez, jeje, y ahora si me duermo, mañana vuelvo a España...

Día 22: Venecia

Estoy desde las 6'30 dando vueltas por esta peculiar ciudad, cuya entrada en tren hasta la estación de Santa Lucia por el puente de la libertad, puedo decir que me ha resultado grandiosa, dejando el mar a ambos lados, lástima que llevaba un sueño y un cansancio de toda esta larga y movida noche en tren que no me ha permitido disfrutar con todos los sentidos. Como digo, desde muy temprano, vaporetto arriba y vaporetto abajo, ese es el sistema de transporte más cómodo y barato de la ciudad, y no son otra cosa que unos ferrys que vienen a ser el autobús que habría en cualquier ciudad, en este caso sobre el mar. Tras equivocarme de de camino, al final sí consigo llegar a mi hostel, que puedo decir está en un sitio privilegiado, concretamente en la isla de Giudeca, cuya imagen de frente es impresionante.

Vista de Venecia desde Giudeca
El hostel no está mal, aunque su precio no es nada barato, pero es que hay poco donde elegir si quieres estar en la misma Venecia.Son las 9 de la mañana y aprovecho para desayunar a lo grande en el mismo establecimiento. Sobre las 10 vuelvo a Venecia y disfruto de sus calles, pero tengo un cansancio en el cuerpo fuera de lo normal, la noche en tren me ha pasado factura. Por eso decido, que tras comer en un Mc Donald, lo mejor es irme a descansar al hostel, donde aprovecho para ducharme y relajarme un rato conectado a internet.
Sobre las 5 de la tarde, vuelvo al centro y visito el Palacio Ducal, cuyo precio es caro para el contenido que ofrece, y cómo a media tarde ya van cerrando casi todos los monumentos, me voy a callejear que es lo mejor que se puede hacer en este singular destino, voy viendo los puentes y canales que abundan por la ciudad, entre ellos el polémico de Calatrava o el famoso puente de Rialto, con su mercado de frutas, pescado , souvenirs...en sus aledaños. Pero sin duda alguna el epicentro de Venecia es la plaza de San Marco, bellísima.

Plaza de San Marco

Otra vista de la Plaza de San Marco

Interior Palacio Ducal

Puente de Rialto


Me como una porción de pizza y me vuelvo al hostel donde como espaguettis. Ahora no me puedo conectar con Wifi, me da problemas el móvil así que a dormir que tengo mucho sueño acumulado. Mañana último día y ahora si que el cuerpo me pide volver a casa, aunque estoy muy contento con la experiencia que estoy viviendo, única e irrepetible. Mañana más y mejor. Bona sera!!

Día 21: Munich y tren a Venecia

Me levanto sobre las 9, compro el desayuno en un hiper cercano al albergue y me voy a hacer el free tour por la ciudad. La guía es una chica de Huelva, y aunque ella lo hace muy bien, después de hacer este mismo tour en Berlin, Praga o Amsterdam, la verdad que este me resulta menos interesante, te explican un poco la historia de la ciudad a la vez que vas visitando los lugares más emblemáticos del centro.
Tras terminar el tour, mi siguiente visita será al Allianz Arena, el estadio del Bayern Munich, que desafortunadamente no puedo ver por dentro, ya que esta misma tarde jugaba el Barsa contra el Bayern un amistoso. El estadio es impresionante desde fuera, me ha impresionado muchísimo, y ya he visto unos cuantos...

Estadio Allianz Arena
Me vuelvo al centro donde aprovecho para comer, hoy ha tocado una carne metida en un bollo de pan, similar al lomo adobado, está buena. Hay mucho ambiente de futbol en la ciudad, están los aficionados por las calles con sus camisetas. Yo aprovecho para comprar un banderín del Munich 1860, el otro equipo de la ciudad, del Bayern ya lo tenía.
Alrededor de las 16'30 me vuelvo al hostel y la vez que aprovecho para descansar un poco me conecto a Internet. No quiero irme de esta ciudad sin visitar la zona olímpica, donde también está el estadio olímpico, hasta hace pocos años sede del Bayern (soy muy futbolero). Este si que puedo verlo por dentro, es un estadio que en su época fue novedoso por las cubiertas que tiene. La verdad es que me encanta, probablemente también porque es un estadio que desde pequeñito lo he visto en la tele. Por cierto, el cesped estaba cubierto por una pista para prueba de coches.

Estadio Olimpico de Munich
Me vuelvo al hostel, que está a apenas 1 minuto de la estación central, cojo la mochila y me voy al tren, donde pasaré toda la noche, esperando llegar a la que será mi última parada en esta inolvidable aventura.
Eso sí, antes del viaje aprovecho para comerme una buena porción de pizza.

Día 20: Munich (Fussem)

Me levanto a las 8, y tras comprar algo para desayunar en el super, voy a la estación de tren que es el punto de partida para estas visitas guiadas.
Hay una docena de españoles para este tour que sale por unos 20 euros. Cogemos el tren rumbo a Fussem, y tras hacer un transbordo, sobre las 12 llegamos a la zona de los castillos. La guía, que es madrileña, nos explica un poco la historia de los castillos, hay 2, aunque nosotros solo visitaremos el más famoso. Quien desee entrar en el castillo debe pagarlo aparte, yo decido entrar, junto a unos chicos de Valladolid y Madrid. El resto del grupo, solo ha venido hasta aquí para hacer fotos, y al poco tiempo se van en otro tren que sale antes.

Castillo de  Neuschwanstein

Entrada al castillo

Patio interior del castillo
Lamentablemente no se pueden hacer fotos del interior del castillo, pero os puedo asegurar que merece la pena entrar, eso sí, como podéis apreciar en la primera foto, nada es comparable con la belleza del exterior y de los paisajes que se pueden contemplar desde los alrededores, especialemente desde un desfiladero que existe frente al castillo.

Desfiladero, desde donde se puede observar el castillo

Paisajes desde el Castillo
Como se puede observar en esta última foto, existe otro castillo, pero ese no se visita, al menos con este grupo.
Para almorzar nos pedimos una salchicha en unos bares que hay bajo el castillo. Hago buena amistad con los  otros chavales, nos contamos las experiencias del viaje, ellos también están de interrail y curiosamente con un itinerario muy similar al mio, aunque ya esta noche se van para Paris, su último destino.
La vuelta en tren se alarga un poco más por un pequeño problema, pero al final llegamos con poco retraso. Ha sido una excursión formidable, el lugar es precioso, tengo que volver algún día, a ser posible en invierno, para verlo todo nevado.
Ya en Munich, doy una vuelta por MarienPlatz y me pido para cenar, un kebab con patatas fritas. Me conecto a internet en un ciber cercano al hostel y a descansar, que estoy destrazado. aunque antes charlo un rato de fútbol con mis compañeros ingleses de la habitación.

Día 19: Salzburgo y Munich

Amanece lloviendo y hace frio, en pleno mes de julio...El desayuno hay que pagarlo en el hostel, pero merece la pena, así hago una comida fuerte y luego almorzaré menos.
Empiezo el día visitando la casa donde residió Mozart, y luego completo la ruta del famoso músico visitando la casa donde nació. Aquí todo está relacionado con Mozart, y no es que yo sea un fanático de este personaje, pero con el día tan desapacible que hace lo más recomendable es estar bien cobijado jeje...
Son interesantes, pero repito, para alguien que no sea un gran seguidor de Mozart, visitar las 2 casas puede resultar un poco cansado, tienen algunos instrumentos de él, composiciones, imágenes...

La casa donde nació Mozart

La Casa donde vivió Mozart

Luego, decido "tirarme" a la calle a pesar de la climatología, me pongo un chubasquero que me está salvando la vida en este viaje jeje, y decido subir a la Fortaleza. Es un paseo considerable desde el centro de la ciudad hasta subir al castillo, pero las vistas que se aprecian desde lo más alto merecen la pena, eso y poco más, porque el contenido interior me ha dejado mucho que desear.

La fortaleza, desde abajo

Salzburgo, visto desde la Fortaleza

Llega la hora de almorzar, y en la calle principal que está repleta de tiendas y restaurantes, decido comer pizza y luego voy  a un restaurante que viene a ser un mc donalds pero de productos del mar, así que me pido una hamburguesa de pescado que está bastante rica.

La calle más centrica
La verdad es que el día está feísimo, y es una lástima porque da gusto pasear por la ciudad, es muy bonita, así que antes de irme rumbo a Munich, doy un paseo junto al río donde hay un pequeño mercadillo y además aprovecho para comprar algunos regalos, especialmente unos bombones de Mozart jeje, y sobre las 5 de la tarde cojo el tren para la capital de Baviera. me voy antes de lo previsto, pero repito, el día no invita a estar en la calle.
El tren es muy bueno, y en apenas hora y media estoy de nuevo en tierras alemanas. El hostel es muy bueno y está en una calle repleta de hostels, frente a la estación de tren, además, hay muchísimos lugares para comer en esa zona. Pero lo mejor es que por sorpresa para mí, el centro de la ciudad está a apenas 10 minutos andando, así que no lo dudo y antes de cenar quiero hacer una primera toma de contacto con Munich jeje.

MarienPlatz, Munich

El centro muniqués está repleto de tiendas, y la verdad es que la primera impresión ha sido muy buena, es una ciudad que sabe mezclar lo clásico y lo moderno, me gusta.
Vuelvo a la zona del hostel y para comer, CurryWurst, que ya tenía ganas de probarla, y está muy rica. Y nada a descansar, que mañana me espera un día duro, quiero visitar los castillo del rey loco, a una hora de aquí, y lo haré con una visita guiada en español, vale dinero pero merecerá la pena, además seguramente coincidiré con más españoles.

Día 18: Viena, Hallsttat, Salzburgo

Despierto a las 8 de la mañana, desayuno y salgo rápido para la estación de tren, a las 9'44 cojo un tren destino a Hallsttat, que es un pequeño pueblo precioso, aunque tengo que hacer un transbordo de tren y luego coger un bus para por fin, a las 13'25 h. llegar a este bello lugar. Por desgracia el tiempo no acompaña, y para colmo voy cargado con la mochila durante todo el día, no he conseguido ver ninguna consigna. En 30 minutos recorro todo el pueblo, que como decía es pequeñito, justo al lado de un lago y rodeado de montañas, es un paisaje idílico. Es la hora de almorzar, me siento en una terraza y como por 7 euros. Luego voy hacia un lugar donde se puede coger un funicular y te deja en las minas de sal, en la montaña, pero el tiempo es muy desapacible, estoy cansado de llevar la mochila a cuestas y decido no subir, de todas formas ya ví las minas de sal de Cracovia. Sin duda, lo mejor de este pueblo es caminar por el, disfrutar del paisaje.

Hallsttat

Desde la otra punta del pueblo

Plaza principal

Funicular a las minas de sal
Apenas estoy 2 horas en el pueblo, pero me apetece irme, no es el mejor día para andar por ahí, hace frío y llueve, y aún me queda un largo viaje hasta Salzburgo donde tengo reservada la habitación para esta noche.
Tengo que hacer el recorrido a la inversa, es decir coger un bus y luego un tren que me deja en la estación donde me bajé cuando venía de Viena, pero la verdad no recuerdo el nombre. Al final llego a Salzburgo a las 18'50 h, también llueve y hace un mal día, así que llego al hostel, que está muy bien por cierto, me doy un rápido paseo por la ciudad, que parece encantadora, y poco después como en un turco una pizza que me sabe a gloria. Vuelvo al hostel, donde me conecto un rato a internet con el móvil y a descansar, que mañana tengo otro día fuerte, intentaré ver lo máximo posible en Salzburgo y luego cogeré un tren hacia Munich, que está muy cerquita de aquí.